temas de botánica

viernes, 15 de abril de 2011

el tallo

1.2. Diferenciación morfológica del tallo, hoja y raíz

El cuerpo de las plantas vasculares está marcadamente polarizado y formado por dos porciones básicas que viven en ambientes diferentes (Ingrouille, 1992): un vástago orientado hacia la luz, que vive en ambiente aéreo, compuesto por tallo y hojas,  y una raíz, órgano de fijación y absorción que vive en el suelo.  Este tipo de cuerpo vegetativo se llama cormo y se presenta en pteridófitas y espermatófitas, que por eso se llaman también cormófitos (Fig. 1.5). 
Es difícil hacer una distinción entre tallo y hojas, ambos órganos tienen origen común en el meristema apical caulinar, y están relacionados con estrecha dependencia a lo largo de todo su período de crecimiento.  Por eso tallo y hojas se consideran como una unidad que constituye el vástago.
En las espermatófitas la diferenciación en raíz y vástago aparece ya en el embrión joven.  Las partes del embrión son radícula, hipocótilo, cotiledones y plúmula (Fig.1.4).  En algunos casos se distingue también el primer entrenudo, entre el nudo cotiledonar y la plúmula: el epicótilo. Durante la germinación el embrión crece, la radícula formará la raíz primaria, y la plúmula formará el vástago.
Fig.1.4, Embrión de espermatófitas
Fig.1.5, Esquema del cormo

Cormo

EL  TALLO

Es el eje que sostiene las hojas, órganos de asimilación con forma aplanada para una absorción lumínica óptima, y les asegura mediante una filotaxis adecuada, una disposición favorable para captar la mayor radiación con el mínimo sombreamiento mutuo.
En plantas sin hojas, como la mayoría de las Cactaceae, el tallo se encarga de la fotosíntesis.  En el momento de la reproducción, el tallo lleva también las flores y los frutos. 
El tallo es además la vía de circulación entre raíces y hojas y almacena  sustancias de reserva y agua.  Puede tener muchos metros de altura, el tallo leñoso más largo que se conoce es el de la palma trepadora Calamus manan de 185 m.
  El lugar de inserción de la hoja en el tallo es el nudo, y la parte del tallo comprendida entre dos nudos sucesivos es el entrenudo o internodio (Fig.1.6).  
En árboles caducifolios, los nudos quedan marcados por las cicatrices foliares.
Fig.1.6, Porción de rama de Gossypium hirsutum, algodonero
Tallo
El vástago de las Gramineae es repetitivo, y se lo ha interpretado como compuesto de unidades repetitivas llamadas  fitómeros, que los investigadores definen de manera diferente, pero cada una incluye al menos un nudo, un entrenudo, una hoja y una raíz adventicia  (Clark & Fisher, 1987).

DIMORFISMO DE LAS RAMAS:  MACROBLASTOS  Y  BRAQUIBLASTOS 

En los vegetales leñosos el crecimiento de un tallo se efectúa en dos tiempos bien separados: 
1) En la yema tiene lugar el crecimiento terminal, por multiplicación de las células meristemáticas. Se forman primordios foliares separados por entrenudos extremadamente cortos. 
2) Cuando la yema se desarrolla, el tallo crece por crecimiento intercalar de los entrenudos, primero los basales y luego los apicales.  Este crecimiento ocurre por elongación celular más que por división.  Según el grado de desarrollo de los entrenudos se distinguen dos tipos de ramas:
Macroblastos o ramas largas, ejes con importante crecimiento de entrenudos y por lo tanto hojas bien separadas entre sí 
Braquiblastos o ramas cortas, son ejes con crecimiento internodal reducido y por lo tanto hojas muy próximas entre sí, dispuestas muchas veces en roseta.  Las plantas brevicaules en roseta o rosuladas (mal llamadas acaules) son ejemplos de braquiblastos: el repollo (Brassica oleracea var. capitata), la remolacha (Beta vulgaris), el rábano (Raphanus sativus), la lechuga (Lactuca sativa), especies de Agave y el llantén (Plantago) (Fig.1.14). 
 
Fig.1.14, a) Macroblasto en Brunfelsia australis, azucena del monte Fig.1.14, b) Braquiblasto en planta brevicaule de Plantago tomentosa, llantén

   Pueden darse los dos tipos de ramas en la misma planta (Fig.1.15).  En Pinus los macroblastos tienen hojas escuamiformes en cuyas axilas se producen braquiblastos que llevan las hojas aciculares.  En Ginkgo los braquiblastos llevan hojas flabeladas y  estructuras reproductivas masculinas. En el peral (Pyrus communis) y el manzano (Malus sylvestris), las flores nacen sobre braquiblastos.
Fig.1.15,  Plantas con ramas diferentes 
a) Macroblasto y braquiblastos en Pinus sp. b) Macroblasto y braquiblastos en Ginkgo biloba
Braquiblastos

DIRECCIÓN PREDOMINANTE DEL CRECIMIENTO DEL EJE Y SIMETRÍA

Cuando el eje principal se eleva verticalmente sobre el suelo, la planta es erecta y el eje ortótropo (Fig.1.16 a).  En tal caso las ramas suelen desarrollarse radialmente alrededor del eje  y cada rama crece horizontalmente y muestra dorsiventralidad.  Cuando el eje principal crece en dirección horizontal, el eje es plagiótropo (Fig.1.16 b).  La planta en este caso se llama postrada o reptante, y su simetría suele ser dorsiventral. 
Fig.1.16, a) Eje ortótropo en Helianthus annuus, girasol
Fig.1.16, b) Eje plagiótropo en Dichondra microcalyx, oreja de ratón

YEMAS

    Las estructuras encargadas del crecimiento del tallo son las yemas, que también producen hojas y ramificaciones.  
Una yema es el extremo joven de un vástago, y por lo tanto además del meristema apical, lleva hojas inmaduras o primordios foliares. 
  La yema situada en el extremo del eje es la yema terminal
Las que se encuentran en la unión de las hojas con el tallo son las yemas axilares.
Fig.1.7, Yemas axilares en Quercus robur, roble
Yemas axilares

Se distinguen dos tipos de yemas por su estructura:
Yemas escamosas.  El ápice está protegido por hojas modificadas con aspecto escamoso, dispuestas apretadamente.  Generalmente estas escamas, pérulas o tegmentos son oscuras y coriáceas, cumplen el rol de protección del ápice vegetativo (Fig.1.8 a).  Las escamas, estrechamente aplicadas unas sobre otras y provistas de una gruesa cutícula, impiden la desecación de los tejidos embrionales durante el invierno, cuando la circulación de la savia es más lenta.  Se encuentran con frecuencia en especies tropicales siempreverdes y también en especies deciduas.
Si se hace un corte longitudinal de la yema, se observa, por debajo de las escamas protectoras, el ápice vegetativo, asiento del meristema apical caulinar , y los primordios foliares (Fig.1.8 b).  Cuando en la primavera el meristema inicia su actividad, las escamas caen, y los primordios foliares se desarrollan en hojas adultas.  En Eucalyptus las yemas pueden tener hasta 50 pares de primordios foliares.
Suelen tener pelos en abundancia que retienen aire y constituyen un abrigo para el meristema, protegiéndolo de las variaciones térmicas bruscas.  Las escamas pueden tener coléteres, estructuras glandulares secretoras de sustancias pegajosas como mucílagos y resinas, que contribuyen a la defensa contra la desecación al asegurar una mayor impermeabilidad; son comunes sobre todo en las plantas de hojas caducas. 
Fig.1.8, a) Detalle de yema escamosa
de Quercus robur, roble
Fig.1.8, b) Esquema de morfología externa y
corte de yema escamosa
Escama ó pérula
 
Yemas desnudas.  Están desprovistas de escamas protectoras y en este caso generalmente están protegidas por las hojas jóvenes.  Estas yemas se presentan generalmente en vegetales herbáceos (Fig. 1.9) .
En ciertos casos es difícil distinguir las yemas del resto del tallo, especialmente cuando los primordios no están claramente agrupados, como sucede en el espárrago y en grandes monocotiledóneas como Agave y Pandanus.

Fig.1.9, Yemas desnudas 
a) Corte longitudinal de Brassica oleracea var. capitata, repollo
b) Corte longitudinal de Lactuca sativa, lechuga  c) Morfología externa de Asparagus officinalis, espárrago

NÚMERO DE YEMAS AXILARES

Las yemas axilares son generalmente únicas, es decir que en la axila de cada hoja nace una sola yema; en algunas especies pueden presentarse yemas axilares múltiples o supletorias que originan flores, ramas, espinas o zarcillos (Fig.1.10).  En algunas plantas como Gossypium y Bambusa hay yemas múltiples que se forman por fragmentación de un meristema axilar único (Lindorf et al., 1991). 
Según como estén dispuestas, hay dos tipos de yemas múltiples
Yemas seriales: situadas una por encima de la otra en la axila de la hoja tectriz, formando una fila vertical.  Ejs.: Passiflora caerulea, mburucuyá; Lonicera japonica, madreselva; Boungainvillea spectabilis, Santa Rita; Turnera orientalis.  También están presentes en Bignoniaceae, Fabaceae, Rubiaceae.
Yemas colaterales o adyacentes: situadas una al lado de la otra en la axila de una misma hoja formando una fila horizontal.  En  Allium sativum, ajo cada diente es una yema axilar; en las inflorescencias del bananero cada conjunto de yemas originará una "mano" de bananas.  También están presentes en Araceae y Palmae.
Fig.1.10, a) Disposición de yemas múltiples en vista frontal
y lateral del nudo
b) Yemas seriales de 
Lonicera japonica
   
Esquemas modificados de Camefort 1972.
 

Yemas adventicias

Se forman sin relación con los meristemas apicales sobre raíces, tallos, hipocótilos y  hojas.  Las hojas de Kalanchoe forman yemas adventicias en las escotaduras del margen foliar (Fig.1.11).  
Pueden ser superficiales, formándose en la epidermis o profundas, en tejidos corticales o cámbium.  En algunas plantas son yemas floríferas.
Fig.1.11, Yemas adventicias en hojas de Kalanchoe fedtschenkoi

YEMAS DURMIENTES

El fenómeno de la caulifloria se debe al desarrollo tardío (años o décadas después) de yemas durmientes que quedan en la corteza (Figs. 1.12 a y 1.12 b).
Fig.1.12, a) Caulifloria en 
Theobroma cacao
, cacao
 Fig.1.12, b) Caulifloria en Myrciaria cauliflora, guapurú: árbol, flores y frutos.
Caulifloría
Caulifloría
Caulifloría

Concaulescencia  y  Recaulescencia

Las yemas se originan sobre el tallo, en la axila foliar, y mediante reajustes en el crecimiento en algunos casos atípicos se desplazan sobre el tallo o sobre la misma hoja.  
A veces el tallo, al crecer, arrastra a la yema que parece insertarse más arriba de la hoja tectriz: concaulescencia, como por ejemplo en Cuphea (Fig.1.13 a) y algunas Solanaceae. 
La yema puede desplazarse sobre la hoja tectriz: recaulescencia, como sucede en Turnera (Fig. 1.13 b), Tilia y Boungainvillea spectabilis.
Fig. 1.13, a) Concaulescencia en Cuphea
Ortótropo
Fig.1.13, b) Recaulescencia: flor epifila de Turnera orientalis
Son los cormófitos cuyo vástago no se ramifica, excepto en la inflorescencia.  Ejs.: Zea mays, el maíz (Fig. 1.17), Lilium longiflorum (azucena), Agave sp. (pita), etc.
Son los cormófitos cuyo vástago se ramifica.  Hay varios tipos de ramificación:
Fig.1.17, Planta monocaule: Zea mays, maíz
  Fig.1.18, Ramificación dicotómica
 en Psilotum nudum
Psilotum
1. Ramificación dicotómica.El ápice se divide en dos por división de la célula apical.  Se presenta en algunas pteridófitas  como Lycopodium y Psilotum (Fig.1.18) 
En otros casos (ej.: Lycopodium complanatum), el ápice cesa de crecer, en la periferia se diferencian 2 células en células apicales  y cada una organiza un nuevo ápice.   
En las espermatófitas la ramificación dicotómica es muy rara, sólo ha sido confirmada en: 
1) Palmeras: Nypa, Hyphaene y Chamaedorea.   2)  Cactaceae: en Mammillaria
(Mauseth, 1988) ocurre algo similar a lo de Lycopodium.  3) Flagellariaceae (lianas monocotiledóneas del viejo mundo, del orden Restionales).  
2. Ramificación lateral. Es el tipo dominante en las espermatófitas. Las ramas se originan en yemas axilares, a partir de la segunda o tercera hoja desde el ápice. En pteridófitas lo más común es que las yemas se originen sobre la cara abaxial de las hojas o del pecíolo.  En algunas especies con rizomas dorsiventrales las yemas surgen sin relación con las hojas (ramificación acrógena).  Equisetum es un caso único entre las plantas vasculares: tiene ramificación monopodial y las yemas alternan con las hojas fusionadas en cada verticilo (Gifford & Foster, 1989).  

Sistema monopódico

La ramificación monopódica es típica de las coníferas de forma piramidal o cónica: Pinus, Picea, Abies (Fig.1.19).  El ápice del eje principal permanece indefinidamente, los ejes laterales se desarrollan menos que el eje principal y quedan subordinados a él.  
El eje principal crece más intensamente que los ejes laterales de primer orden, y éstos a su vez más intensamente que los de segundo orden, y así sucesivamente.   Todo el sistema es atravesado por un eje principal único o monopodio, con crecimiento indefinido.  
Estos procesos están relacionados con la dominancia apical, o sea el efecto inhibidor que ejerce la yema apical sobre las yemas laterales.
También puede observarse este tipo de ramificación en plantas herbáceas.  Algunos rizomas crecen principalmente de manera monopódica: el eje principal se desarrolla en forma subterránea y más o menos rápidamente, y los vástagos aéreos se originan en yemas axilares (Fig.1.20).  Debido a estas características estas plantas tienen tendencia a ser muy invasoras
Fig.1.19, Ramificación monopódica
en Pinus sp.
Fig.1.20, Crecimiento monopodial
del rizoma en Paris quadrifolia
Imagen tomada de Strasburge. 1994r

Sistema simpódico

Las ramas laterales se desarrollan más que el eje principal.  El eje madre puede incluso interrumpir por completo su crecimiento, porque su yema apical quede en reposo o se transforme en una flor o muera.  Entonces una o varias yemas axilares, generalmente las superiores, se encargan de continuar el crecimiento y de formar nuevos brotes laterales o sea de proseguir su ramificación. 
Monocasio: cuando la ramificación se continúa constantemente por una sola rama lateral.  Con frecuencia esta rama se dispone en la prolongación de su brote madre, desviando el extremo de éste hacia un lado.  Así se origina un sistema de ramificación con un eje aparente: simpodio, que se compone de ramas laterales de orden diferente.  Este sistema puede parecerse al monopodio cuando el eje aparente crece recto, y los extremos de las ramas que detienen su desarrollo se disponen de modo semejante a ramas laterales y oblicuas, como sucede en los ejes con zarcillos de la vid, Vitis vinifera (Fig.1.21).
Dicasio: cuando son dos las ramas laterales del mismo orden que continúan el crecimiento (suelen estar opuestas entre sí).  Un dicasio puede parecer una dicotomía, pero las ramas laterales no se disponen en un plano sino en distintas direcciones del espacio (Fig.1.22).  Ej.: Datura ferox (chamico).
Fig.1.21,  Eje simpódico con zarcillos en Vitis vinifera, vid
Fig.1.22, Dicasio (esquema)
Monocasio
Dicasio

Esquemas  modificados de Strasburger. 1994
En regiones extratropicales, en las montañas de zonas tropicales y en climas tropicales secos, muchas plantas presentan crecimiento simpodial: la yema terminal muere pronto y es reemplazada por yemas laterales.  La ramificación simpodial está ampliamente extendida en las dicotiledóneas herbáceas  y se observa en prácticamente todas las monocotiledóneas (Takhtajan,1991).

.5. Porte


En las plantas perennes leñosas podemos distinguir dos tipos básicos: tipo árbol y tipo arbusto, y además los denominados subarbustos o sufrútices en los que sólo está lignificada la porción basal del tallo.
 Tipo arbusto. Presenta un conjunto apretado de tallos donde no se puede diferenciar un tronco.
 Tipo árbol. Presenta un tronco y una copa. 
Árboles no ramificados o monocaules. No tienen ramas laterales.
Árboles ramificados o pluricaules. Tienen  ramas laterales. 
  1. Árboles con ramas equivalentes. No tienen un eje principal.
  2. Árboles diferenciados en tronco y ramas. Se puede diferenciar el tallo principal engrosado o tronco y ramas laterales. Hay tres variantes:
Tipo arbusto 
El arbusto es un cormófito pluricaule que presenta un conjunto apretado de tallos, creciendo desde el suelo sin que se pueda distinguir entre ellos un tronco (Fig.1.23 y 1.25).
El primer año de su desarrollo el tallo principal del arbusto se eleva bastante poco del suelo.  El segundo año forma ramas vigorosas que sobrepasan al tallo principal.  Este crecimiento dominante de las ramas de la base del tallo se llama ramificación basítona (Fig.1.23).
Las ramas así formadas se incurvan o se inclinan hacia el suelo.  Sobre estas ramas arqueadas u oblicuas, las ramificaciones dominantes aparecen al tercer año en la base de cada una de ellas y sobre la cara superior: ramificación epítona (Fig.1.24).
Fig.1.23, Ramificación tipo arbusto, basitonía
Fig.1.24, Epitonía     
Esquema tomado de Camefort. 1972
Imagen modificada de Strasburger
Fig.1.25, Arbusto: Ligustrum sinense, ligustrina
Tipo árbol 
Posee generalmente un tronco o tallo principal engrosado  y una copa .  La arquitectura de los árboles depende de su sistema de ramificación (Lindorf y col., 1991)
.
Árboles no ramificados
: son cormófitos monocaules, carecen de ramas laterales (Fig.1.26).  Forman un eje único llamado estípite, que a veces puede ser muy largo, terminado en una roseta o corona de hojas.  Ejs.: helechos arborescentes, palmeras.  Algunas palmeras como el cocotero carecen de yemas axilares vegetativas pero tienen yemas axilares reproductivas.
Hay algunas dicotiledóneas monocaules como Carica papaya (mamonero) y Espeletia schultzii.  Tienen yemas axilares inhibidas, que pueden desarrollarse si se daña la yema apical (Lindorf, 1991).

Fig.1.26 a, Esquema de
árbol monocaule
Fig.1.26 b, Acrocomia totai (Palmae), mbocayá, cocotero
Fig.1.26 c, Carica papaya,
 
mamonero
Esquema tomado de Tomlison. 1990
Ciertas plantas como los individuos masculinos de Cycas revoluta y C. circinalis (Gymnospermae), Talisia mollis (Sapindaceae), Jatropha multifida (Euphorbiaceae) son aparentemente no ramificadas.  En realidad el tronco se origina de manera simpódica (Lindorf, 1991) . 
Árboles con ramas equivalentes (Fig.1.27).  En este caso se forman varios ejes equivalentes, no hay un tronco principal.  Dichos ejes nacen en rizomas profusamente ramificados como en el caso de los bambúes, ciertas palmeras cespitosas como Areca lutescens, y algunos helechos arborescentes. 
En monocotiledóneas como Musa paradisiaca, el bananero, cada eje aéreo  se origina sobre un eje principal subterráneo: un rizoma.   La porción columnar que lleva las hojas es un pseudotronco, formado por las vainas foliares concéntricas dispuestas alrededor del eje florífero.  Por esta razón muchos autores no lo consideran como árbol.

Fig.1.27, Árbol ramificado con ramas equivalentes
a, esquema
 b, Areca lutescens
c, Musa paradisiaca, bananero
Esquema tomado de Tomlison. 1990

Árboles diferenciados en tronco y ramas
El tronco puede edificarse en forma monopodial (desarrollo continuado de la yema apical) o simpodial (desarrollo sucesivo de yemas axilares que reemplazan a la yema apical).  
  1. con ramificación simpódica (Ejs. Tabebuia heptaphylla lapacho;  Plumeria rubra, jazmín magno). Las primeras ramificaciones que aparecen son poco importantes, se secan y caen rápidamente.  Para formarse la ramificación definitiva, la yema terminal se inactiva o muere y las yemas axilares más próximas al ápice (acrotonía) originan ramas que se alargan oblicuamente:  (Fig.1.28).
    A su vez, las ramas laterales aoblicuas se ramifican mediante el desarrollo de yemas axilares próximas a la yema terminal, pero se desarrollan más las de la cara inferior de la rama.  Este crecimiento preponderante de las ramas situadas sobre la cara inferior se denomina hipotonía.  Impide la presencia de ramas vigorosas en el centro del árbol, y contribuye a una mejor exposición de las hojas.
Fig.1.28, Árbol con ramificación simpódica
a, esquemas
b, Plumeria rubra jazmín magno
Esquema tomado de Camefort. 1972
  1. con ramificación monopódica (Fig. 1.29).  Es típica de coníferas como Pinus y Araucaria, pero se encuentra también en dicotiledóneas como Grevillea robusta (roble sedoso), Eucalyptus spp., Magnolia grandiflora y Pachira insignis.  Es característica también en muchos árboles del subtrópico húmedo, y particularmente de la selva húmeda tropical; en estos climas el meristema apical se preserva durante largo tiempo, y se forma un eje principal vigoroso y pocas ramas laterales (Takhtajan, 1991). 
    Fig.1.29, Árbol diferenciado en tronco y ramas con ramificación monopódica
    a, esquema
    b, Grevillea robusta, roble sedoso
    En Araucaria sobre las ramas principales se forman ramas laterales casi horizontales por desarrollo dominante de yemas laterales: desarrollo anfítono (Fig.1.30).  
    Fig.1.30, Ramas de desarrollo anfítono en Araucaria excelsa
    a, Árbol b, Esquema de ramificación c, Verticilo de ramas visto desde el ápice
  2. con ramificación combinada (Fig.1.31). El eje principal tiene desarrollo monopodial y las ramas ramificación simpodial. Durante varios años (6-7) después de la germinación de la semilla el tallo principal crece sin ramificarse, se desarrolla sólo la yema terminal, las axilares permanecen inactivas.  Luego la yema terminal entra en reposo, y las yemas axilares de las hojas próximas al ápice se desarrollan formando un piso de ramas.  Mientras las ramas se alargan la yema principal se activa nuevamente, y cuando entra en reposo el proceso se repite, dando lugar a varios pisos de ramas laterales cuya ramificación es simpodial.
Fig. 1.31, Árbol pluricaule con ramificación combinada 
Achras sapota Terminalia catappa

6. Duración de la vida de las Plantas

 
Plantas hapaxánticas (Guédès, 1979) también llamadas   monocárpicas (Lindorf et al., 1991): son las que florecen sólo una vez y después mueren. 
Si florecen y mueren en el primero y único año de su vida, son anuales (arveja, soja, tabaco, zapallo,  zapallito), pero si florecen en el segundo año son bienales (zanahoria, cebolla, lechuga, remolacha). 
También pueden ser pluriennales: algunas demoran varios años hasta florecer, como Digitalis purpurea, Agave spp.  y otras pueden demorar varias décadas o incluso centurias como Agave americana (varias décadas a 100 años), Phyllostachys bambusoides (120 años) o Fourcroya gigantea, Agavaceae (400 años). 
Las plantas hapaxánticas
pueden ser monocaules como Agave o pluricaules como algunas bambúseas.  Muchas dicotiledóneas hapaxánticas se ramifican (ramificación basítona) pero siempre son herbáceas, los tallos forman poco leño secundario y no tienen peridermis. 
 Plantas hapaxánticas o monocárpicas
anuales
bienales
Fig.1.32, a) Cucurbita maxima,  zapallo Fig.1.32, b) Lactuca sativa, lechuga
pluriennales
Fig.1.32, c) Agave sp. planta viva y senescente, después de la floración

 
Plantas polacánticas (Guédès, 1979) también llamadas  pleonánticas (Tomlinson, 1990),   policárpicas (Lindorf et al., 1991) o perennes: florecen repetidamente, cada floración al final de cada período de crecimiento.  
Si la parte aérea muere cada año y quedan sólo los órganos subterráneos, la planta es perenne herbácea; la parte subterránea puede ser un rizoma, una raíz tuberosa, un sistema de raíces adventicias, o un bulbo; la ramificación puede ser simpodial o monopodial.  
En las perennes leñosas la parte aérea no muere después de la floración, se lignifica y soporta condiciones adversas; las yemas permanecen como yemas durmientes y reanudan el crecimiento en la próxima estación.  Pueden desarrollarse como subarbustos, arbustos o árboles (Guédès, 1979), monocaules (algunas Cycadales, Phoenix canariensis y otras Palmae) o pluricaules con ramas equivalentes, como en Areca lutescens, o con tronco y ramas con ramificación simpodial (Tabebuia heptaphylla, lapacho rosado; Plumeria rubra, jazmín magno) o monopodial (Pinus, Grevillea robusta). 

Plantas polacánticas o perennes
perennes herbáceas
Fig.1.33, a) Sanseviera thyrsiflora Fig.1.33, b) Canna sp. (achira) 
perennes leñosas
Fig.1.33, c) Arbusto: Nerium oleander ,
laurel blanco
Fig.1.33, d) Árbol simpodial:
Tabebuia heptaphylla,  lapacho 
Plagiótropo 



 

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