Por Glenys Álvarez
Botánica. Un interesante hallazgo obtenido por científicos de la Universidad de California en Davis, revela uno de los misterios principales en la evolución de las plantas en la Tierra y la formación de óvulos que aseguran su reproducción.
Charles Darwin le llamó “un misterio abominable”. El naturalista no conseguía explicar la rápida expansión de las plantas de flores que eventualmente dominaron la vegetación terrestre. Al padre de la Teoría de la Evolución le hubiese encantado esta noticia sobre la hormona auxina.
“La auxina fue descubierta por Darwin, de hecho, la descubrió mientras se divertía con su hijo elaborando experimentos científicos en el patio de su casa. Para un especialista en árboles, las hormonas son una parte esencial del trabajo”, explicó para El Caribe Joe Murray, arbolista y educador en Virginia.Ahora, la auxina toma otro papel en la evolución de las plantas, resolviendo un enigma esencial en la biología de estos organismos. Científicos de la Universidad de California en Davis han demostrado que la auxina es responsable para la formación de los óvulos (huevos) en las plantas. Las implicaciones y ramificaciones de este hallazgo son numerosas.
En los seres humanos y otros animales, por ejemplo, las células que germinan los óvulos y la esperma están establecidas desde el nacimiento, pero es distinto en las plantas ya que estos organismos deben de alcanzar la madurez sexual para que sus células germinales sean instituidas, más o menos al azar. Así como aprendimos en las clases de botánica, la esperma se forma como polen en el pistilo mientras que los huevos son pequeños óvulos que están bien acoraditos en los ovarios, allá, en la base del pistilo.
“Por los pasados cincuenta años, la pregunta principal ha sido ¿cómo es que ocurre este proceso de un patrón tan bellamente orquestado? Está claro que existe un programa que le dice a la planta exactamente lo que tiene que hacer y que este programa no está trabajando desde las células sino en el núcleo”, expresó Venkatesan Sundaresan, autor principal del experimento en Davis.
El estudio no sólo introduce por primera vez a una hormona que actúa como una sustancia morfógena, es decir, que dirige el patrón de desarrollo de las células basada en su concentración. Y ha sido precisamente lo que el experimento ha visto, que la auxina trabaja por grados para determinar cuál de los ocho núcleos sin diferenciar en el saco embrionario se convertirá en un huevo.
Los investigadores indican además, que estos resultados abren una nueva puerta hacia la historia evolutiva de las plantas, especialmente hace 135 millones de años, cuando las flores comenzaron a establecer su colorido y hermoso reino sobre la Tierra.
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